27 de junio de 2008

PARTICIPACIÓN CIUDADANA

Publicado en el Diario Útima Hora el 28 de junio de 2008

La participación ciudadana se hace presente cuando el ciudadano se viste de overol y deja de lado la etiqueta de simple habitante.

Estamos próximos a la asunción de un nuevo gobierno que marcará un cambio radical en la conducción del país luego de seis décadas. Para bien o para mal habrán cambios importantes y, a pesar del escepticismo que causó el anuncio del gabinete de Fernando Lugo Méndez, personalmente confío en los hasta ahora nominados.

Si estoicamente hemos aguantado y soportado seis mil cien días de gracia y de re-contra gracia al hasta hoy unicolor gobierno, porque no otorgar el beneficio de la confianza a quienes conducirán el país desde el 15 de agosto de 2008. Una mirada rápida a la composición del primer anillo del nuevo gobierno nos pone ante una mayoría de pensamiento progresista con marcada tendencia socialdemócrata. Y quienes propulsaron la gestión social como base fundamental para la participación ciudadana deberán ahora rendir cuentas a esa comunidad que debe ejercer un rol protagónico activo y contralor con presión positiva que redunde en el cumplimiento de las promesas electorales.

El control social que se ejerza sobre el próximo gobierno será fundamental y beneficioso si éste quiere hacer historia y no dar lugar tan rápidamente a una nueva alternancia. La participación ciudadana, conocida también como participación política, participación comunitaria o participación civil, se hace presente cuando el ciudadano se viste de overol y deja de lado la etiqueta de simple habitante. O sea, cuando se involucra en la formulación, control y seguimiento de la política pública en su conjunto.

En otras palabras, es un proceso gradual mediante el cual se integra en forma individual o colectiva, en la toma de decisiones, la fiscalización, control y ejecución de las acciones en los asuntos públicos y privados que afecta en lo político, económico, social y ambiental. Y es así como logra no sólo su pleno desarrollo como ser humano sino también contribuye al de la comunidad toda.

Entonces, la participación ciudadana se vuelve una herramienta efectiva y útil en la conformación de estrategias que conllevan al desarrollo económico. Y su gran importancia radica precisamente en la comprensión de la naturaleza de la participación como vía para buscar solución a problemas tales como: efectividad en la gestión pública, resolución de problemas comunitarios y eficiencia del gasto público.

Por eso, con participación y gestión social será posible encontrar a las tres dimensiones de la ciudadanía jugando un papel importante para el éxito del nuevo gobierno: la ciudadanía civil, asociada a los derechos propios de la libertad individual; la ciudadanía política que se sustenta en los principios de la democracia liberal del derecho a la participación de ser elector y ser elegido y la ciudadanía social que se refiere a los derechos a la salud, a la educación, la vivienda, a la seguridad social, sobre los que se constituye y expande el estado de bienestar en los países del mundo occidental.

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