2 de junio de 2009

CRISIS MODELA EL SUEÑO AMERICANO

Publicado en el Diario Útima Hora el 30 de mayo de 2009

Si bien los mercados tuvieron en este mes de mayo una leve recuperación, por el momento no es posible afirmar que se ha encontrado la vacuna anticrisis...

En sus primeros 100 días de gobierno Barack Hussein Obama instaló un nuevo modelo de gestión empujado por la crisis financiera mundial.

Su mayor preocupación fue la de dar respuesta a la crisis.

Y no podía ser de otra manera pues a nadie escapa que la economía mundial se mueve al compás de los datos de EEUU, esperando una reversión positiva de los indicadores financieros.

El presidente estadounidense se empeñó por conseguir que el Congreso le aprobara el paquete fiscal de 787.000 millones de dólares para un presupuesto con alto contenido de inversiones en busca de la ansiada reactivación de la economía así como para la asistencia financiera a bancos comerciales, a compañías aseguradoras y a las principales empresas automotrices en problemas.

Y si bien los mercados tuvieron en este mes de mayo una leve recuperación, por el momento no es posible afirmar que se ha encontrado la vacuna anticrisis.

Pero se puede predecir que la economía norteamericana se encamina lentamente hacia la recuperación del consumo que, a su vez, sirve para compensar los datos negativos de la inversión.

Sin embargo, esta coyuntura, alejada de aquellas suaves recesiones de los países desarrollados, dada su magnitud, augura una recesión profunda de lenta reversión, donde los pronósticos se hacen cada vez más disímiles.

Y esto es así porque el titular de la Reserva Federal, Ben Bernanke, afirmó que la recesión puede terminar a fin de año, mientras que los analistas son más escépticos.

Para Roubini, la economía norteamericana apenas crecería 0,5 por ciento anual en 2010 -guarismo muy pobre luego de la recesión- y el desempleo treparía del 5 al 11 por ciento.

Roubini cree que como Europa sufre una recesión más profunda, el exceso de capacidad ociosa puede llevar a la economía mundial a la deflación en los próximos tres años. Para Krugman y Stiglitz, la recesión sigue y no termina en 2009, con un desempleo estable en el orden del 10 por ciento y una deuda pública de 14 billones de dólares.

El reto de Obama, en su nuevo modelo de gestión, es reformar el sistema tributario, haciéndolo más progresivo para financiar buena parte del déficit con vistas a la recuperación económica.

Es así que la nueva administración Demócrata, a diferencia de la estrategia fiscal de los Republicanos, insiste en reconectar el debate impositivo con el debate acerca del gasto público, pues los conservadores habitualmente tienen la estrategia de tratar los temas por separado, divorciando la política social de su forma de financiamiento.

Una idea Demócrata es aumentar el gasto social, particularmente en salud, y dada su visión social, se impondría una reforma impositiva progresiva, retrocediendo con los recortes de impuestos a las ganancias en los tramos altos de ingresos, realizados por las gestiones republicanas.

Más avanzada aún es la idea de reducir los impuestos indirectos, una vez que la recesión ceda, impulsada por las alas tradicionales del Partido Demócrata, y reemplazar los fondos fiscales perdidos por nuevos tributos directos.

La reestructuración del gasto público es un proceso atado a estas reformas.

El propio plan de estímulo de 787.000 millones de dólares contempla un perfil de gastos novedoso donde aparecen más fondos para energías alternativas en lugar de erogaciones incrementales para defensa.

Precisamente, éste último rubro se enmarca en una política internacional diferente, reflejada en el cambio de enfoque sobre la cuestión de Medio Oriente y la relación Israel - Palestina.

En suma, de avanzarse en estos cambios, se podría estar gestando, a partir de la crisis, un nuevo rol para el Estado en el capitalismo norteamericano.

CAMINAR HACÍA EL CAMBIO

Publicado en el Diario Útima Hora el 23 de mayo de 2009

“Caminante son tus huellas, el camino nada más, caminante no hay camino se hace camino al andar” (Antonio Machado)

Todos buscamos, o hemos buscado alguna vez, el cambio en nuestra vida. Pensamos que el cambio nos llevaría a una transformación personal.

El hombre buscó siempre salir de las tinieblas, del miedo, de la confusión, de las preocupaciones y de su guerra interior para atravesar la puerta y llegar al conocimiento, la sabiduría, la seguridad, la verdad, la paz, la libertad, la justicia y la felicidad.

Y es la educación integral, mas no sólo la formal, el camino que nos conduce al conocimiento mediante el estudio, la práctica y la vida en convivencia con la familia y la sociedad.

Pero hay que dar el primer paso que cuesta porque implica aprender a disentir, y a asumir la existencia de modelos de vida y de costumbres diferentes.

Construir el consenso por el camino del disenso es la ruta principal en la difícil avenida de la vida, luego de un largo período de contiendas, dictaduras e intolerancias.

Paraguay comenzó a dar los primeros pasos el 20 de abril de 2008 con un nuevo gobierno instalado el 15 de agosto de ese año.

O sea, han transcurrido nada más que 281 de los 21.900 días que duró el gobierno colorado.

Dicho con otras palabras, la criatura nacida el 20 de abril de 2008, que fue parida por la gesta cívico-militar del 2 y 3 de febrero de 1989, aún no ha cumplido su primer año por causa de una larga espera en las entrañas de la señorita democracia.

Es comprensible que estemos muy ansiosos por el cambio y que queramos ver resultados de ese cambio en menos de lo que canta un gallo.

Sin embargo, no es menos cierto que quienes hoy se rasgan las vestiduras denunciando inacción del gobierno aliancista ante los sucesivos hechos que provocan inseguridades, sociales, políticas y jurídicas, son los mismos atorrantes, badulaques y caraduras que mantuvieron el sistema durante más de seis décadas.

Retrógrados que no asumieron durante los últimos 20 años, la responsabilidad política de iluminar a la incipiente democracia la vía hacía la madurez.

Un pasaje de la historia nos dice que 2.800 años atrás, Hesíodo, ciudadano griego, escribió el primer libro de auto ayuda que consistió en el poema “El trabajo y los días”, en el que el autor reprocha a su hermano Perses por su ociosidad y los sobornos a los jueces para conseguir la herencia de su padre.

Esta obra, tan antigua como actual, contiene consejos y sabiduría, prescribiendo una vida de honesto trabajo, atacando la ociosidad, la práctica de la usura y a los jueces injustos como los que decidieron a favor de Perses.

En fin, que el poema considera al trabajo como origen de todo el bien, pues tanto hombres como dioses odian a los holgazanes que parecen zánganos en una colmena.

Esto nos enseña que existen bienes y males que se repiten a lo largo de la historia y, por tanto, con críticas simplemente no habrá cambio, porque el poder no obra milagros.

Entonces, a ponerse el país al hombro que la misión recién comienza.