24 de mayo de 2008

TIERRA DE POCOS


Publicado en el Diario Útima Hora el 24 de mayo de 2008

Las tierras apropiadas para el cultivo y no explotadas convenientemente deben ser necesariamente redistribuidas entre los campesinos que se comprometan a trabajarla.

Muchos piensan, con razón, que las ocupaciones de tierra, que se suceden una tras otra luego del histórico 20 de abril, ocultan intenciones no tan santas. Las dudas afloran como tantos otros hechos inexplicables. Y es que resulta hasta extraña y llamativa su coincidencia con la elección como Presidente de la República de una persona identificada precisamente con las luchas campesinas por el derecho a la tierra.

A su vez, la posición ambigua del Presidente electo ante la firme y contraria postura de los liberales, con quienes compartirá el poder. Y el esfuerzo del electo Vicepresidente por intentar justificar tamaño contrasentido. O los primeros desencuentros acerca de la tenencia de la tierra entre los “aliados” liberales y partidos de izquierda.

Y que me dicen de los zalameros e innecesarios halagos del primer hermano Pompeyo Lugo sobre los “dotes democráticos” de Nicanor Duarte Frutos junto a su reciente proclamación como precandidato a presidir el flamante partido opositor, pañuelo rojo al cuello, como rememorando aquellos tiempos cuando el supremo dictador prohibía al tío Epifanio pisar polvo patrio … Son apenas algunos anuncios de que la tierra dará todavía que hablar, demasiada tinta que gastar, bastante tela que cortar y mucho que “negociar”.

Pero hay una realidad que no acepta reparos ni discusiones: el hambre carece de ideología y estas sinrazones resultan caldo de cultivo para los especialistas en pescar en río revuelto. Y para hablar con propiedad recurro a datos y acontecimientos ciertos sin sesgos ni manipulación alguna. Es así que al campesinado paraguayo el gobierno -durante las décadas del ‘60 y del ’70- le otorgaba 20 hectáreas; después -durante la década del 80- la entrega se redujo a 10 hectáreas; sin embargo, en los años 50/60 a los emigrantes extranjeros se les otorgó como base, 100 hectáreas, en la zona de mejor rendimiento de una de las regiones más ricas del país.

La inequidad fue justificada con una idea preponderante en esa época “que el campesino paraguayo no sabe trabajar”. A esto se suma la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC), revelando que Paraguay es uno de los países con mayor concentración de tierras productivas. Y hasta el índice Gini -que se utiliza para medir la distribución de ingresos- cuyo rango oscila del 0 al 1, señala que en nuestro país el índice de concentración de tierra es negativo, o sea, menor a la unidad.

El nuevo gobierno, porque el actual no existe, debe encontrar una solución a esta problemática. Las tierras apropiadas para el cultivo y no explotadas convenientemente deben ser necesariamente redistribuidas entre los campesinos que se comprometan a trabajarla. Y en justicia, deben expropiarse aquellos latifundios que -tanto en tiempos de dictadura como en democracia- fueron adjudicados por el Instituto de Bienestar Rural (IBR) en nombre de una mal llamada Reforma Agraria. O sea, que las futuras acciones gubernamentales -si realmente se pretende solucionar este lacerante asunto- deberían conducir a la recuperación y reasignación del millón y pico de hectáreas que están en manos de tenedores ilegales.

19 de mayo de 2008

TIERRA DE NADIE

Publicado en el Diario Útima Hora el 17 de mayo de 2008

Sesenta días son más que suficientes para el juzgamiento de las elecciones generales, la proclamación de los integrantes del nuevo gobierno y el traspaso de la administración del país.

En mis continuos paseos sabatinos buscando algo nuevo en librerías céntricas realizo siempre una parada obligada en el kiosco de revistas de mi amigo Agapito Mereles. El, como muchos, se gana la vida honradamente y hace más de treinta años está afincado en la misma esquina donde confluyen dos conocidas arterias del viejo centro asunceno.

Su diario y directo contacto con la gente, desde intelectuales, banqueros, ministros, embajadores, famosos y famosas del fútbol, la televisión y la farándula, hasta chiperos, canillitas, vendedores callejeros de artículos piratas, entre otros, le da la autoridad del conocimiento de la calle como la mejor de las experiencias.

Y eso hace que en ocasiones plantee interrogantes que me deja muchas veces con más incógnitas que respuestas, como las que se sucedieron, una tras otra, el sábado pasado ... “¿Que piensas de las invasiones?” ... Sin darme tiempo a deglutir su requerimiento llegó el segundo, el tercera y así, sucesivamente, otros. Y al punto tal que el diálogo se convirtió en monólogo ... “¿Por qué este ministro del Interior dice que debe solucionar Lugo si Nicanor es todavía el Presidente? ¿no te parece extraño que se produzcan de repente toditas juntas antes de que Lugo sea Presidente? ... ¡Justo las invasiones donde a el más se le culpa porque dicen que es de izquierda! ... No sé ya que pensar .... Y vos que escribís en el diario, que lees mucho, eres culto y tuviste la suerte de estudiar e ir a la Universidad ¿que opinas? Atiné sólo a filosofar y le respondí ... “el problema no es la tierra porque la tierra es el problema”.

Apuré mi marcha y me alejé de estas preguntas tan lógicas y sencillas planteadas por Agapito en nombre de Juan Pueblo. Hoy quiero, por lo menos en parte, intentar encontrar algunas razones a las sabias dudas de mi amigo el quiosquero de la esquina.

De primera, urge la reforma constitucional que extiende a cuatro meses el traspaso de mando de un Gobierno a otro. Ello, en ese lapso, no genera un vacío de poder porque el poder se sigue ejerciendo y con más fuerza. Un poder ilegítimo, extorsionador, chantajista y desestabilizador.

Sesenta días son más que suficientes para el juzgamiento de las elecciones generales, la proclamación de los integrantes del nuevo gobierno y el traspaso de la administración del país. Y esto es así porque el que se va declina comprometerse y no asume como corresponde sus responsabilidades y el que vendrá no se involucra en gestiones que no le competen. Así de simple, hay poder, mucho poder .... el de facto y en la sombra.

Mientras tanto en río revuelto, ganancia de pescadores. Querido Agapito, aguantemos estos cuatro meses de lamentable desgobierno. Te quedo debiendo la cuestión de fondo, el dilema de la tierra, de eso me encargo el próximo sábado. Y hablando de tierra, para que se entienda mejor ... vivimos en tierra de nadie.

COMPETITIVIDAD PARA UN BUEN GOBIERNO

Publicado en el Diario Útima Hora el 10 de mayo de 2008

El Gobierno electo será moderno siempre que consiga reconvertir la actual administración pública y la vuelva competitiva.

Uno de los principales desafíos del nuevo Gobierno es el de revertir la incompetencia de Paraguay en el concierto de Naciones. La competitividad tiene un alcance ilimitado y, por tanto, su aplicación en el sector público se hace cada vez más frecuente.

Se dice que el sector público de un país se torna competitivo cuando la estructura gubernamental y sus Instituciones reúnen condiciones que permiten atraer inversiones, proveer de un mejor nivel de vida, sean eficientes, efectivas y transparentes. Ahora bien, resulta necesario esbozar algunas ideas acerca de lo que debería reunir el próximo Gobierno para enfrentar con éxito el difícil reto de la competitividad, en medio de un clima de esperanzas ante la histórica alternancia producida el pasado 20 de abril. El Gobierno electo será moderno siempre que consiga reconvertir la actual administración pública y la vuelva competitiva.

Quienes asuman las principales responsabilidades para dirigir los ministerios y entes públicos a partir del próximo 15 de agosto se encontrarán con personas, en su mayoría, sin el más mínimo espíritu y conciencia del servicio público que le compete. Individuos que en gran número se han anquilosado en la oscuridad de la burocracia trabajando para el Gobierno por varias décadas, con los mismos compañeros, los mismos vicios y la misma actividad.

Entonces, subyace la idea de cambio que responde a la forma de adecuar las estructuras de una organización a los nuevos requerimientos de la sociedad y de los tiempos. Y esto es así porque esa ciudadanía que convirtió las urnas en esperanzas tiene muchos requerimientos. Exigencias que representan los primeros reclamos hasta ahora silenciosos que deberán ser respondidos por el Gobierno aliancista.

La sociedad exige el cumplimiento de las expectativas y compromisos realizados. Para satisfacerla, como mínimo debe pensarse en una planificación enfocada con certeza y pensada en el futuro. A su vez, los sistemas de información deben ser fiables y tienen que servir para tomar las mejores decisiones en función de Gobierno.

La nueva estructura debe, a su vez, promover la participación social, ser transparente en la utilización de los recursos, tiene que estar revestido de un adecuado sistema de control interno, necesariamente debe ser efectivo en el uso del presupuesto y de los recursos humanos. Así las cosas, podrá conseguirse que las acciones impacten en beneficio de lo social y de lo económico. La ansiedad es tanta que la búsqueda de resultados aparece como inmediata y ello hace, en general, que el nuevo Gobierno alcance en un plazo no muy largo una ventaja competitiva para la sociedad y la región.

Este Gobierno debe de ser competitivo para: responder a las nuevas exigencias de la sociedad; enfrentar con efectividad los nuevos retos de la economía mundial, lograr resultados de impacto social y económico, y establecer un balance en el escenario político. Solo así podrá lograr rentabilidad política con prudencia y reconocimiento de sus decisiones institucionales.

4 de mayo de 2008

EL GABINETE

Publicado en el Diario Útima Hora el 3 de mayo de 2008

El primer examen para el gobierno aliancista será el mecanismo que utilizará para la designación de “los hombres y mujeres del Presidente”.

La dupla Lugo-Franco llegó a las elecciones del pasado 20 de abril en alianza y este es un factor más que importante a considerar en la integración de los principales cuadros de mando y dirección del país. Para el logro del histórico objetivo acordaron partidos, movimientos y organizaciones de la sociedad civil.

Y en toda coalición política éstos, cualquiera haya sido su número de miembros, tamaño o fuerza de poder, tienen los mismos derechos y obligaciones. Y es así que el gabinete de la alianza deberá integrarse con personas idóneas, honestas y capaces, propuestas por quienes se aliaron pero sin que nadie exija mayor o menor cupo en ministerios y demás entidades públicas.

Pero más que los cupos de poder y las personas en quienes “políticamente” los exponentes de la coalición confíen los principales cargos públicos, debe en primer lugar diseñarse la estructura de Estado pretendida según los fines estratégicos. El PLRA, PPS, PDP, Tekojojá, P Más y todos los que apostaron al cambio, tienen el mismo derecho a reclamar un lugar en el gobierno, pero es el próximo presidente de la República, como principal responsable de la administración del país, quien debe seleccionar a sus más cercanos colaboradores pues éstos serán los que le conducirían a la gloria o al fracaso en su gestión gubernativa.

Entonces, antes que barajar nombres debe privilegiarse el modelo de Estado y de gestión, para luego seleccionar las personas con los perfiles adecuados. Para ello resulta necesario definir cuanto menos: 1) Política general: Cual será el modelo de país a desarrollarse ... ¿el del eje bolivariano de Chávez y Morales; el de Cristina Kirchner, Lula y Tabaré Vazquez, el de EEUU y Canadá, el de Hong Kong, Singapur y Australia?; 2) Política comercial regional: ¿piensan en un país independiente, autónomo y soberano que busca su propio destino o su gobierno será mandatario, fiel y obediente a los grandes del Mercosur?; 3) Política económica: ¿girará en torno a la apertura comercial sin interferencias a la libertad económica para que los ciudadanos accedan a todo lo que no hay y no se produce o se impondrán restricciones con la intención de proteger lo que tenemos y producimos?; 4) Política energética: ¿se limitará a la renegociación de los tratados binacionales o también se incorporará al sector agropecuario en la generación de energía?.

De ocurrir lo segundo, ¿se evaluará el impacto sobre la producción, el abastecimiento y los precios de alimentos básicos, cuando la demanda de materia prima se incremente sustancialmente para otros fines?; 5) Política sanitaria: ¿se pondrá énfasis en la investigación, en la prevención, en el tratamiento o en la rehabilitación de los enfermos?.

Políticas de educación y empleo son temas también a diseñar. Para cada modelo cada perfil, cualquiera sea el color o relación partidaria del candidato a integrar el gabinete. La mayoría de los paraguayos apostamos el 20 de abril de 2008 a un histórico cambio y confiamos en los elegidos. Es así que el primer examen para el gobierno aliancista será el mecanismo que utilizará para la designación de “los hombres y mujeres del Presidente” ... en el gabinete se entiende.