19 de mayo de 2008

TIERRA DE NADIE

Publicado en el Diario Útima Hora el 17 de mayo de 2008

Sesenta días son más que suficientes para el juzgamiento de las elecciones generales, la proclamación de los integrantes del nuevo gobierno y el traspaso de la administración del país.

En mis continuos paseos sabatinos buscando algo nuevo en librerías céntricas realizo siempre una parada obligada en el kiosco de revistas de mi amigo Agapito Mereles. El, como muchos, se gana la vida honradamente y hace más de treinta años está afincado en la misma esquina donde confluyen dos conocidas arterias del viejo centro asunceno.

Su diario y directo contacto con la gente, desde intelectuales, banqueros, ministros, embajadores, famosos y famosas del fútbol, la televisión y la farándula, hasta chiperos, canillitas, vendedores callejeros de artículos piratas, entre otros, le da la autoridad del conocimiento de la calle como la mejor de las experiencias.

Y eso hace que en ocasiones plantee interrogantes que me deja muchas veces con más incógnitas que respuestas, como las que se sucedieron, una tras otra, el sábado pasado ... “¿Que piensas de las invasiones?” ... Sin darme tiempo a deglutir su requerimiento llegó el segundo, el tercera y así, sucesivamente, otros. Y al punto tal que el diálogo se convirtió en monólogo ... “¿Por qué este ministro del Interior dice que debe solucionar Lugo si Nicanor es todavía el Presidente? ¿no te parece extraño que se produzcan de repente toditas juntas antes de que Lugo sea Presidente? ... ¡Justo las invasiones donde a el más se le culpa porque dicen que es de izquierda! ... No sé ya que pensar .... Y vos que escribís en el diario, que lees mucho, eres culto y tuviste la suerte de estudiar e ir a la Universidad ¿que opinas? Atiné sólo a filosofar y le respondí ... “el problema no es la tierra porque la tierra es el problema”.

Apuré mi marcha y me alejé de estas preguntas tan lógicas y sencillas planteadas por Agapito en nombre de Juan Pueblo. Hoy quiero, por lo menos en parte, intentar encontrar algunas razones a las sabias dudas de mi amigo el quiosquero de la esquina.

De primera, urge la reforma constitucional que extiende a cuatro meses el traspaso de mando de un Gobierno a otro. Ello, en ese lapso, no genera un vacío de poder porque el poder se sigue ejerciendo y con más fuerza. Un poder ilegítimo, extorsionador, chantajista y desestabilizador.

Sesenta días son más que suficientes para el juzgamiento de las elecciones generales, la proclamación de los integrantes del nuevo gobierno y el traspaso de la administración del país. Y esto es así porque el que se va declina comprometerse y no asume como corresponde sus responsabilidades y el que vendrá no se involucra en gestiones que no le competen. Así de simple, hay poder, mucho poder .... el de facto y en la sombra.

Mientras tanto en río revuelto, ganancia de pescadores. Querido Agapito, aguantemos estos cuatro meses de lamentable desgobierno. Te quedo debiendo la cuestión de fondo, el dilema de la tierra, de eso me encargo el próximo sábado. Y hablando de tierra, para que se entienda mejor ... vivimos en tierra de nadie.

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