15 de agosto de 2008

ESTADO MODERNO

Publicado en el Diario Útima Hora el 2 de agosto de 2008

Un estado moderno debe ser fuerte para sostener su independencia de los diversos grupos de presión pero limitado para no excederse ni abusar en las funciones que desempeña.

A escasos trece días de la asunción de un nuevo gobierno los elegidos aún no han hecho saber al pueblo cual será el modelo de Estado que pretenden gobernar. Hay muchos, entre quienes me incluyo, que sueñan con un Estado moderno y eficiente. Este se caracteriza porque atiende eficazmente las necesidades de los ciudadanos generando adhesión al mismo.

Si bien aún prevalece la postura que asocia el sector privado a la eficiencia y el sector público con lo opuesto, las experiencias ponen de manifiesto que las reformas económicas resultan más beneficiosas en países donde el estado es fuerte pero concentrado en las tareas de su específica incumbencia. Esto lleva a replantearse el rol del estado como promotor y regulador.

El marco legal y regulatorio debe encuadrar el funcionamiento del mercado. Incluye la lucha frente a los delitos económicos y la política de defensa de la competencia. La seguridad jurídica es necesaria para la confianza humana, la cual a su vez es un ingrediente esencial. Los extremos opuestos a un estado moderno son: 1) el estado cooptado por grupos de interés específicos, que tiene claro su fin porque es muy estrecho, pero deja de lado las demandas de la mayoría de la población y, 2) el estado arbitrario, muy común en nuestro continente, que consiste en adaptarse automáticamente al impulso personal del gobernante de turno, especialmente cuando está rodeado del aura de la autoridad concentrada y la retórica demagógica.

De este modo y por contraposición se llega a la conclusión de que un estado moderno debe ser fuerte para sostener su independencia de los diversos grupos de presión pero limitado para no excederse ni abusar en las funciones que desempeña. Asimismo, la definición y la estructura del estado moderno, fuerte y limitado, requiere la existencia y el impulso de ciertos elementos básicos fundamentales. Estos son: visión estratégica, consensos sobre políticas de largo plazo, independencia de los grupos de presión, prevalencia de las reglas por sobre la discrecionalidad, fomentar la subsidiariedad-participación, la excelencia de la función pública, y la lucha contra la corrupción.

Dado que el rol del estado está constituido de funciones, acciones y tareas que se hacen efectivas a través de períodos de tiempo prolongados, también resulta fundamental la estabilidad de las políticas que le sirven de base. Por tanto, para lograr un estado moderno, fuerte y limitado, es necesario partir por establecer la importancia de instituciones sólidas y transparentes, fundadas en el imperio de la ley, la lucha contra la corrupción, y la constitución de un marco de competitividad.

Asimismo, es importante la estabilidad política, la eficacia del gobierno, la calidad de las regulaciones, el estado de derecho, y ampliar la participación de la ciudadanía. Quizá Fernando Lugo Méndez y su gabinete lo tengan claro, mas pregunto ¿ustedes amigos lectores saben que hará el piloto de esta tierra de jazmines y azahares a partir del 16 de agosto? Yo no lo sé, pero me tranquiliza que ya se tendrá al capitán de un barco a la deriva desde el 21 de abril de 2008.

0 comentarios: