19 de febrero de 2009

EL CUOTEO Y LOS AMIGOS

Publicado en el Diario Útima Hora el 14 de febrero de 2009

La misma clase política que critica duramente la integración de la Justicia con base en cuotas de poder partidario es la que avala las designaciones para otros cargos públicos con idéntico procedimiento.

Pretender reducir la crítica al cuoteo político solo a la integración de la Corte Suprema de Justicia, resulta tan absurdo como querer tapar el sol con un dedo.

Es una miopía tan grande y propia de la comunidad política.

Y esto es así porque los nuevos sillones de las distintas dependencias estatales, que suman miles, hoy están siendo ocupados, en su gran mayoría, por personas en cuyas designaciones no estuvo ausente la injerencia del poder político ni los círculos de amistad de los mandamases de turno.

Si no es así, que el gobierno demuestre que los Consejos y las Direcciones de las Entidades Binacionales fueron integrados según la capacidad y la idoneidad de cada quien.

A su vez, si las designaciones fueron consecuencia de un sistema de medición de competencias.

Y en las Entidades Descentralizadas continúan funcionando varios Consejos o Directorios cuya permanencia no tiene más justificación que la de dar un cargo a alguien.

Sus “nuevos componentes” tampoco escapan del criticado cuoteo político y de la amistad.

Y de los cambios en el servicio diplomático y consular ni que hablar.

O en áreas tan importantes para el futuro del país como la educación y la cultura.

Para que ir más lejos ¿podría explicar el Gobierno cuales han sido los parámetros para la designación de los nuevos integrantes del Consejo Nacional de Educación y Cultura (CONEC), así como la permanencia de algunos y la exclusión de otros?

Nada ha cambiado con el gobierno aliancista en cuanto a la prometida modernización de la función pública y la distribución de sus cuadros directivos y auxiliares.

Todo sigue igual.

Pero la ciudadanía ya está saturada de tanto engaño y venta de espejitos.

Y esto es así porque la repartija de cargos según la influencia de la política partidaria y la amistad sigue siendo el pan nuestro de cada día.

El gobierno electo en la histórica justa cívica del 20 de abril de 2008 debe dar un giro radical al manejo de la cosa pública y a la modalidad para designar a sus servidores.

Para ello corresponde iniciar un camino con la visión estratégica de contar, en no más de dos períodos presidenciales, con una función pública profesionalizada.

Ello solo se logrará con la implementación de transparentes Concursos de Oposición que determinen el acceso al servicio Estatal.

Estos deben basarse en los méritos, la idoneidad y las aptitudes debidamente comprobadas.

Nadie debe quedar excluido de la oportunidad de trabajar para el Estado a través de un cargo público al que conviene llegar luego de una estricta prueba de competencia.

Las Universidades no deben quedar fuera de este proceso porque en ellas están los insumos necesarios relativos a la formación de las personas en el marco de la profesionalidad, excelencia y calidad, con base en el humanismo orientado al bien común.

Son los campus universitarios los sitios adecuados para formar y evaluar la competencia de los futuros servidores públicos.

De esta manera se logrará la tan ansiada carrera y dignificación del funcionario público.

Y no seamos tan ilusos en creer en las buenas intenciones de quienes se manifiestan en contra del cuoteo político para conformar la Corte, cuando son los mismos que cierran sus ojos, taponan sus oídos y emparchan sus labios, al ver designados en funciones de Estado a correligionarios, amigos, parientes, vecinos o recomendados.

Dicho con otras palabras: la misma clase política que critica duramente la integración de la Justicia con base en cuotas de poder partidario es la que avala las designaciones para otros cargos públicos con idéntico procedimiento.

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