1 de diciembre de 2008

MEDIATIZACIÓN Y CAMBIOS SOCIALES

Publicado en el Diario Útima Hora el 15 de noviembre de 2008

De la post dictadura a esta parte nuestra sociedad vivió un proceso de mediatización acelerada, donde los medios audiovisuales ocupan un lugar central para la construcción de la idea que se tiene del mundo...

Nada es como era.

La sociedad hoy poco tiene que ver con aquella de dos décadas atrás.

Apenas dos canales de aire locales y otro, clandestino, antena casera mediante, nos permitía ver programas de la televisión Argentina a través de un canal formoseño.

El video cable ni pensar.

Significaba atacar al monopolio de las antenas parabólicas del entonces poderoso Coronel Gustavo Stroessner Mora.

Haciendo historia, era la época que en Paraguay sólo se informaban los que poseían nivel adquisitivo para comprarse una antena parabólica, mientras el resto de la población no tenía acceso a las cadenas de información permanente, ni a los canales temáticos de rock, deportes, turismo, documentales, dibujos animados para chicos, gourmet, entre otros.

La publicidad y el marketing no tenían tanta importancia, ni las encuestas ni los estudios sobre las necesidades y demandas de los consumidores.

Tampoco se habían producido los cambios urbanos que acompañan los cambios mediáticos: no existían los shoppings, ni los delivery, ni las estaciones de servicio fashion.

Casi nadie tenía computadora, Internet no existía y del fútbol se veía un resumen recién los lunes a la noche.

Los cambios fueron tan veloces y profundos que no resulta ironía afirmar que esa época realmente parece la prehistoria.

El arqueólogo que estudie esos cambios tendrá sin duda una certeza: los medios están en el centro de todas esas transformaciones.

Los medios hoy saben que ocupan un lugar privilegiado en la vida cotidiana, que generan corrientes de opinión, ideas y creencias sobre el mundo, y que muchas veces llegan incluso a reemplazar a otros actores sociales.

Y no sólo lo saben ellos, los espectadores también.

Estos lo aceptan de manera activa porque ya no mantienen una relación utilitaria sino que desarrollaron un vínculo de cercanía.

Dicho con otras palabras, no ven a los medios por la necesidad de estar informados ni lo miran para entretenerse un rato.

Muy por el contrario, mantienen una relación familiar afectiva, por momentos incluso empática, como cuando la televisión se muestra como representante de las necesidades de la gente.

De la post dictadura a esta parte nuestra sociedad vivió un proceso de mediatización acelerada, donde los medios audiovisuales ocupan un lugar central para la construcción de la idea que se tiene del mundo.

Y es así que incorporó como propios los valores que los medios transmiten: la inmediatez, la velocidad y la importancia de la imagen.

En Paraguay los medios audiovisuales iniciaron el camino hacía el mundo de la polémica, de la moda y del consumo, recién con el advenimiento de la democracia.

La aparición de los multimedios, la explosión del cable, la globalización de la información, la banalización del uso del “vivo y en directo” -hace 20 años el vía satélite era toda una proeza técnica-, la segmentación del público producto de los canales temáticos, son todos fenómenos típicos de una sociedad mediatizada.

La mediatización, obviamente generó controversias.

Para muchos intelectuales e investigadores fue un avance democratizador pero para otros, en cambio, es una de las caras de la globalización y de la pérdida de la dimensión crítica de la sociedad.

Por tanto, de una u otra forma, se vuelve imprescindible comenzar a entender los efectos de la mediatización y proponer un debate sobre esta cuestión.

Y es una deuda en la agenda de discusión intelectual.

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